Este un caso especial, raro, preocupante, sobre la papilla, alimento en polvo distribuido por el gobierno para los niños pobres del Perú. La historia pertenece a un vecino amigo paisano, que el otro día lo encontré al salir de mi trabajo; muy preocupado me dice: - paisita te voy a contar algo que me tiene muy preocupado; y sigue así:
Hace 15 días fui a mi tierra a visitar a mis padres, ellos viven en el Centro Poblado La Flor - Distrito de San Andrés, Provincia de Cutervo - Cajamarca - Perú.
Mi papá se llama Pelayo Llamo Tocto y su perro "Fido" . Te hablo del perro porque de el se trata la historia.
Fido era un perro ágil y muy bravo, los que llegaban a la chacra de mi papá tenían que subir a lo alto de un árbol para llamar a alguien de la casa para que agarraran al perro. Nadie podia acercarse a las inmediaciones de la chacra sin que Fido se diera cuenta. Era un gran perro guardián y pastor.
Resulta que el gobierno distribuye una papilla a la gente de estos lares (y de otros) y el señor responsable de esto de dejó a mi papá una gran cantidad, porque según dijo estaba pasándose.
Mi mamá preparaba la papila y le daba a Fido, quién poco a poco fue cambiando de su actitud feroz, brava, guardián y pastor a una actitud dócil, manso, perezoso, sumiso; ahora no ladra, ni muerde a nadie; se ha convertido en un perro sumiso, manso; le mueve la cola a todo el mundo, se ha olvidado de ladrar y quiere estar sólo descansando. ¡¿feceto de la papilla?!.
Si es así, imagínense en los efectos de la papilla en los niños(as) del Perú que reciben esto.
¿Realidad Monstruosa?
0 comentarios:
Publicar un comentario