¿Verdadera esencia de la navidad?

Navidad, navidad, navidad ¿qué es la navidad?, ¿cómo y qué navidad celebramos?, ¿cómo y qué navidad recordamos?...; entre otras preguntas me vienen a la cabeza en estos días, cuando veo y escucho las propagandas que anuncian la llegada de la navidad o… la llegada de los negocios, de la venta de diversos productos (juguetes, panetones, fuegos artificiales, ropa, canastas de víveres, adornos navideños, licores, vehículos, etc.):
¿En realidad celebramos la navidad – cumpleaños del niño Jesús -? o simplemente nos preocupamos y emocionamos al saber que vamos a recibir un poco más de dinero en nuestro trabajo; claro está, si tenemos trabajo; para gastarlo inmediatamente en todo lo que se nos antoja y podamos comprar. ¡No nos acordamos de la esencia de la navidad!
El anuncio de la llegada de la navidad también está copando el Internet, siempre enlazado a los anuncios de diversos negocios; enmascarados con melodías y adornos navideños, aunque ¡no cumplen con la esencia de la navidad!
En las “navidades” la diferencia entre ricos y pobres se acrecientan mucho más; los ricos incrementan sus arcas mediante sus negocios y los pobres consumimos mucho más, haciendo más ricos a los ricos, quedándonos sin nada , por eso decimos “enero es el mes más difícil” ¡Nada de la celebración del cumpleaños del niño Jesús! A veces pienso que la navidad fue inventada por los ricos para…
Otra cosecha de la navidad es que nos han adecuado a recibir o compartir algún regalo, sólo en esta fecha, olvidándonos que el compartir – la solidaridad – debe ser parte de nuestra vida, de nuestro actuar diario, de nuestra forma de vida.
¡Ah! la navidad nos trae diversos problemas en el seno de los hogares: si hay o no hay dinero, definir los regalos, la comida de noche buena, quién aporta más, en donde lo vamos a pasar, etc... ¿No se supone que la navidad es amor, paz, armonía, unión…?
La navidad también se presta para que algunas personas e instituciones, por alguna razón, “manifiesten su solidaridad” con los otros, mediante regalitos y chocolatadas, y, adiós, hasta la próxima navidad, posiblemente hagamos lo mismo. Los demás días del año, estos otros seguirán sufriendo, sin comer, sin panetón, sin chocolate, sin leche, sin juguetes, sin nadie quien se acuerde, metidos en su arenal, en sus andes, en sus ríos y sus árboles. ¿Crees que esto es la esencia de la navidad?
¿Se han puesto a pensar en cuanto dinero mueve la navidad?, posiblemente con todo ese dinero se eliminaría la clase pobre subterránea del planeta, claro está, sin limosnas sino con proyectos de desarrollo transparente dirigido a esta clase.
Esto lo escribo con mucha pena y tristeza; pero, con la esperanza de que algún día todo tiene que cambiar para bien; sino mira los cerros tienen su inicio y su final, al igual que los océanos; así tiene que terminar toda esta mala celebración de la navidad y celebrar una verdadera navidad, con amor, unión, alegría y sin diferencia de clases sociales.