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LA SOPA DE PIEDRAS

Esta es la historia de un soldado que fue a luchar por el Perú contra el Ecuador, en una de esas guerras tontas que casi siempre los seres humanos nos vemos envueltos. Después de muchas muertes inútiles en ambos frentes; y, la decisión firme de los altos jefes que nunca se ven involucrados en el frente de batalla; pero si tienen voz y voto; se dio por concluida la guerra. Todos los soldados regresaron como pudieron a sus bases; menos el soldado de nuestra historia, quien se perdió en el espesor de la selva norteña del Perú. Caminó por varios días, y ya sin provisiones y con su ropa toda destrozada, desde lo alto de una colina divisó una aldea a la orilla de un río.
- Por fin voy a comer algo después de 3 días. Manifestó el soldado.
- En esta aldea reparo mis fuerzas y pido información para llegar a mi base. Dijo
Al llegar a la pequeña aldea, que consistí en una sola callecita que iniciaba entre el follaje y terminaba en el río, arrastrándose sin fuerzas llegó a la primera choza y tocó a la puerta.
- Señora tengo mucha hambre y necesito…
- ¡fuera de aquí ladrón! Te haces el hambriento y luego nos robas lo poco que tenemos. Contestó la señora, cerrándole la puerta en sus narices.
Siguió arrastrándose un poco más y tocó la puerta de otra choza, salió un señor y a patadas lo votó diciendo.
- Nosotros estamos igual, este año las cosechas han estado pésimas.
- Por favor señor…Dijo el soldado.
El pobre soldado siguió su rumbo llegando pronto al río donde encontró a unos niños jugando muy contentos en el agua.
- Niños ¿tienen algo de comer? tengo mucha hambre, hace tres días que no como.
- No, no tenemos nada y nosotros también tenemos hambre. Dijeron los niños.
- Pero si pueden conseguir una olla y un poco de leña para hacer una rica “sopa de piedras”. Manifestó el soldado.
- Sí! Dijeron y corriendo fueron a traer la olla y la leña.
Mientras tanto el soldado con los niños que se habían quedado prendieron fuego y armaron un fogón con unas piedras grandes; luego, lavaron unas cuantas piedras pequeñas para echarlos a la olla. Cuando llegaron los niños con la olla y la leña, el soldado les dijo:
- Hay que echar un poco de agua y las piedras a la olla para que se cocinen. Después que las piedras empezaron a hervir, los niños dijeron.
- Queremos probar la “sopa de piedras”.
- Esperen un momento: Primero pruebo yo. Dijo el soldado. Cogiendo un poco de agua de la olla, manifestó
- Mmmmmm. Esto está rico, pero más rico estaría si alguien trae un poco de sal, fideos, papa, carne, yuca…Los niños al oír esto, corriendo fueron a sus casas y trajeron algo para echar a la “sopa de piedras”. Después de unos minutos la “sopa de piedras”.estaba lista.
- ¡Queremos probar! ¡queremos probar! Decían los niños.
- Esperen. Dijo el soldado sacando las piedras a un costado y sirviendo lo demás.
Todos saciaron su hambre y sobró para repartirlo con todos los integrantes de la comunidad. La gente que se portó mal con el soldado pidió disculpas y aprendieron la lección “el milagro de compartir” -. La Solidaridad.
El soldado se quedó unos días más en la aldea; luego, con las indicaciones recibidas por los pobladores llegó a la base más cercana del ejército.
Actividad:
1. Menciona las cualidades y defectos de los personajes de la historia:

2. ¿Qué actitud descubre todo el pueblo? Intenta una definición de SOLIDARIDAD:

3. Busca 4 situaciones de la vida real en que el compartir es un valor social y personal:

4. Busca 4 situaciones negativas de nuestra sociedad por no saber compartir:

5. ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de compartir?

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